johannes vermeer (1632-1675)
Quisiera haber vivido aquella tarde de Vermeer,
al desamparo de nubes grises en Delft,
sintiendo la placidez del legendario día,
del tenue sol vespertino,
más allá de las torres.
Y me hubiera gustado corresponder a tu mirada,
a tu pálido encanto, "joven de la perla",
y reptar por esos sensuales labios entreabiertos,
sobre tu figura cándida y acogedora.
Y embriagarme con esa luz drástica,
que anima y abraza los ancestros,
que trasciende y ensalza la urbe desolada,
sobre las espectrales sombras del canal.
Quisiera haber vivido aquella tarde de Vermeer,
ser la figura que falta entre tanta soledad.