MARE MORTIS
de Rafael León Rodríguez y Antonio Gómez Hueso
La tarde se eterniza; no anochece:
se tiñe el mar, insomne,
con la sangre de un sueño
que agoniza en el útero de lo nunca nacido.
El horizonte vibra; se estremece:
persiste el ocaso, inmutable,
con la estela marina, cortejo fúnebre
que llora los cadáveres de todos los nacidos.
Su nombre es Abdullah.
Llegó con la ilusión como equipaje
somero hasta la costa tras años de desierto,
y ahora entre las olas la ve desvanecerse,
envuelto en un sudario de sal y desencanto.
Y cuando la tarde se deserternice,
vuelvan gaviotas, luz y brisa,
se calmen lágrimas y agua,
el mar despertará y exigirá otro cuerpo
para saciar su cruel voracidad de siglos.
© Rafael León Rodríguez y Antonio Gómez Hueso.
Del libro "A tu encuentro", Colección Poesía en la distancia. Editorial Corona del Sur, Málaga, 2012.